viernes, 18 de diciembre de 2009

pequemos...

Tu voz me guía entre las sombras
mientras mi cuerpo se consume entre tus manos
me arrastras al pecado,
y yo no puedo resistirme,
no es que lo intente demasiado,
te beso y deslizo mis manos por tu cuerpo,
trato de calmar mis deseos,
pero resulta inútil, no quiero hacerlo…

Continuo y dejo que me hagas pecar,
que un pecado compartido
comparte también la penitencia…

amanecer...

La madrugada se desvanece,
el aire se torna cálido mientras sale el sol,
el filtro insuficiente de unas gafas
no me permite verlo de frente.

Me oculte tanto tiempo,
dentro de la soledad de la oscuridad
que empecé a sentir seguridad
me da miedo enfrentarme
a la compañía del amor…

Me infecte del veneno de la indiferencia…